Tiempo para nuestro hijo
Todos esperamos que un día nuestro hijo aprenda a hablar, pero aprender a hablar implica mucho más que aprender las palabras correctas. Significa aprender a reconocer sentimientos, aprender a comprender pensamientos, significa aprender a comunicase con otra persona.
El niño aprende a comunicarse interactuando con su mundo. El mejor regalo que podemos hacerle a un niño es ayudarlo a aprender a comunicarse.
Como padres desempeñamos muchas funciones y se nos olvida que la forma como realizamos estas funciones influye en las oportunidades que tiene nuestro hijo para aprender.
Muchas veces tenemos tanto que hacer, planear, programar, trabajar, ir de compras, organizar, hacer, ir y venir ... y todo lo hacemos para que nuestro hijo lleve una vida plena y feliz.
El problema está en que dedicamos tanto tiempo y energía procurando hacer todo, que el niño se nos pierde en medio del ajetreo. Acabamos por monologar en vez de dialogar con él.
"No te preocupes, yo lo hago".
"Tengo tanto que hacer, que me tengo que apurar".
Olvidamos que nuestro hijo aprende mejor si él hace las cosas en vez de observar o escuchar como debe hacerlas.
Tenemos que hacer un esfuerzo por no apresurarnos o anticipar lo que nuestro hijo necesita, no decirle que hacer o decidir a que va a jugar.
"Demos tiempo - observemos - esperemos - escuchemos".