Consecuencias del trastorno
La aparente normalidad física, los buenos niveles alcanzados en algunos aspectos del desarrollo, el desconocimiento por parte de la sociedad y la falta de criterios estables hacen que el diagnóstico sea a menudo tardío y equivocado, lo que impide la puesta en marcha de programas de intervención precoz, condición básica para su eficacia.
No poder comunicarse adecuadamente tiene repercusiones lógicas sobre el desarrollo cognitivo, afectivo y social, especialmente en los niños y niñas que presentan a la vez trastornos de la comprensión y de la expresión.
Siendo el lenguaje oral la principal herramienta pedagógica de la escuela, es previsible que un niño o una niña con T.E.L encuentren muchas dificultades para seguir las clases del colegio, para aprovechar las situaciones normales de aprendizaje y para relacionarse con sus iguales.
(Fuente: Asociación de personas con T.E.L)