Desarrollo psicológico del niño con TEL
En general, el desarrollo inicial de los niños con TEL, es normal o prácticamente normal en aspectos motores, sociales, de inteligencia, etc., sólo estando alterados los linguisticos. Sin embargo diversos trabajos muestran que estos déficits en el lenguaje y la comunicación se verán afectados, posteriormente, en las diversas áreas:
- Comportamientos pre requisitos para el aprendizaje: para poder aprender, los niños deben poseer unos comportamientos mínimos como son: (a) habilidades comunicativas básicas, (b) atención, (c) imitación verbal y (d) seguimiento de instrucciones. Los niños con TEL muestran dificultades con estos comportamientos pre requisitos, por lo que sus aprendizajes posteriores se ven severamente limitados por la incapacidad de aprovecharlos.
- Comportamientos disruptivos: debido a los problemas que tienen para comunicarse con los demás y a la frustración que esto produce , es frecuente que los niños con TEL muestren comportamientos como tirar cosas, gritar, tirarse al suelo, etc. De esta manera consiguen acabar con situaciones que les resultan aversivas como interactuar con los demás, el colegio, aprender, etc.
- Inteligencia: las habilidades verbales son una parte esencial de lo que se considera como "inteligencia"; de hecho, la prueba más empleada tiene una escala destinada exclusivamente a medir este tipo de capacidad. Por tanto, déficit linguistico va a hacer que estos niños puntúen bajo en pruebas de inteligencia.
- Afectividad y aspectos sociales: los problemas de producción y comprensión del lenguaje suelen provocar que los niños se retraigan en el contacto social que sean considerados como "torpes" por los demás.
- Rendimiento académico: por supuesto, los niños con TEL tienen un rendimiento académico muy pobre, ya que la mayor parte del curriculum es construido sobre habilidades que tienen un componente verbal.
De hecho, algunas investigaciones sugieren que los déficits linguisticos propios del TEL pueden amplificar sus efectos con el paso del tiempo, llegando a generar situaciones más severas, de manera que los niños que no son tratados de manera conveniente pueden llegar a ser considerados dentro de las categorías de retraso metal (por su pobre ejecución en pruebas de inteligencia) o incluso de retraso generalizado en el desarrollo (por sus déficits en afectividad y en desarrollo social).